Mana Enriqueta Angel, ¡Quien la viera! ¡90 años a cuesta! Cuánto tiempo la vio el mundo recorrer sus caminos, dejar sus huellas; quizás sus travesuras e inquietudes propias de una niña de principio de siglo pasado, no le dejaban ver entonces lo útil que sería para tantas generaciones contemporáneas y subsiguientes. Tal vez las necesidades de otros tiempos y la curiosidad de una investigadora innata le llevó a conocer misterios que ni la ciencia...