La noche se perfilaba alegre, dinámica, rozagante. El frio propio de diciembre visita sin piedad el rostro de los transeúntes y les obliga a titiritar momentáneamente. Las estrellas, desde lo más alto del firmamento, son files testigos de una noche pueblollanera.
Allá a lo lejos se oye el rumor: “¡¡Vamos pal grito, vamos!!”, refiriéndose al grito de Navidad que desde hace 14 años dan los pueblollaneros en bienvenida al mes de diciembre; una...