AL
OTRO LADO DE LA PUERTA
Por
Jorge Luis Paredes Arias
Amílcar Santiago dejó un legado en la comunicación social de Pueblo Llano |
¡Epale Amílcar! ¿Cómo está
la cosa? Qué tal todo por allá. Nosotros por acá sorprendidos con la noticia
que te fuiste sin avisar. Pero así son las cosas. Lo bueno es que dejaste bastante
para que tu permanencia en nosotros perdure por un buen rato, quizás hasta que
nos volvamos a encontrar en el próximo destino.
Mi camino con el de Amílcar
se cruzó hace mucho tiempo. Como el Pueblo Llano en el que crecimos parecía una
casa grande allí nos descubrimos, en el mismo patio, y nos acercó la música y
las ganas de comunicar; haciendo radio, “inventando radio”, y fue así como
comenzando los 80´s creamos una ficticia radio para dar las “noticias 1.330”
que quedaron en algún cassette con los personajes de ese entonces.
La casa de mano Eliodoro y
Rosarito era la sede de aquella picardía. Al otro lado de la puerta de lo que
era un recibidor un poco más privado pasábamos horas grabando, creando el “informativo”
y su tanda publicitaria, con la única intensión de divertirnos y hacer reír a
quien oyera nuestra producción; por allí debe andar ese recuerdo.
A Amílcar toda su vida le
apasionó la radio. Siempre hablaba con orgullo de su pasantía en Radio
Universidad, de Mérida. Su don era la palabra, con una facilidad para la
improvisación ante el micrófono, por eso no dudó en acercarse a la primera
emisora de Pueblo Llano, la 105.1 FM de efímera existencia allá a principios de
los 90´s, para hacer radio y deleitar a sus seguidores.
De igual forma, cuando
nació “La Voz de Pueblo Llano”, no perdió oportunidad y de inmediato se
apersonó para tener sus programas de música y variedades, como le gustaban a
él.
Pero su sueño era tener su
propia radio… ¡Y lo logró! Y a través de la señal de “Frailejón” hizo realidad
todo lo que soñaba; compartió música de todos los tiempos, realizó los
concursos habidos y por haber, exaltó a los actores anónimos de la cultura y el
quehacer de los pueblos, promovió los reclamos de las comunidades y, desde su
perspectiva, llamó a las cosas por su nombre y pidió por los actos justos. Hizo
de su radio una escuela y por sus micrófonos pasó algún profesional de la comunicación pero permitió además que más
de un novato se formara al otro lado de sus puertas, lo importante era que
otros tuvieran la oportunidad que a él le había costado tanto conseguir.
Pero no solo era la radio.
Con la aparición en la televisión local del canal cinco de Pueblo Llano, allá a
finales de los 80´s, y más recientemente con “Pueblo Llano TV”, vio una
oportunidad para rescatar y promover los personajes nuestros, el saber popular
y el talento autóctono. Así creó, produjo y condujo “Personajes”, del cual deja
grabados unos cuarenta capítulos que perpetuarán en el tiempo su propia historia
y la de sus invitados.
Amílcar, amigo, hermano,
eh ahí tu legado. Acá están tus padres, tu hermana, tus hijos, tu esposa;
recogiendo el fruto de la semilla que regaste, reconociendo que, a pesar de los
posibles errores que cometemos, pues al fin y al cabo somos humanos, son más
las cosas buenas que se quedan en el recuerdo y toda esta gente que hoy se
congrega a la hora del “hasta pronto final”, algo bueno tiene por decir en tu
nombre y es lo importante.
Es la hora de la despedida
y cada abrazo solidario para alguno de tus familiares es como un punzón que
lastima la herida paro que al mismo tiempo sana, te has ido sin decir más nada,
pero en el ambiente queda tu risa, tu mirada, tu picardía y todo ese saco de
recuerdos buenos.
Ahora traspasas el umbral
que separa lo tangible de lo etéreo; ahora, como dijo San Agustín, estás en la
habitación de al lado. Ahora, al otro lado de la puerta tienes tu música y te
reunirás con tus personajes ya idos a esa morada final. Guárdanos un lugar, que
esta vida terrenal es tan solo una brizna y pronto ha de llegar la hora para el
reencuentro eterno.
Hasta Pronto Amigo, nos
despedimos como el “adiós al camino de los ladrillos amarillos”, tu canción
favorita de aquella época. Hasta pronto hermano.
Pueblo
Llano, 29 de agosto de 2017